viernes, 4 de diciembre de 2015

Cantar las bondades de la Dieta Mediterránea fue el pasaporte a una experiencia increible

Esta semana hemos vivido una experiencia de esa que te dejan conmovido durante un buen tiempo. Una experiencia que te alegra tanto que te hace pensar "por esto trabajo en el mejor sitio del mundo", o al menos se lo hace pensar a Guille.

Todo empezó en marzo de este año cuando empezamos a trabajar en el proyecto Mediterráneamos que promueve los valores de la Dieta Mediterránea entre escolares españoles. Una parte del proyecto era muy novedosa para nosotros. Teníamos que lanzar un concurso para que alumnado de diferentes centros educativos pudieran participar de la campaña por su cuenta, es decir, sin necesidad de que tuviéramos que ir hasta el centro a hacer talleres. Y después de darle muchas vueltas la idea que surgió fue que hicieran un vídeo musical, lo que se llama un Lipdub. Las condiciones eran muy sencillas: búscate un grupo de amigos y un profesor, prepara un vídeo tipo Lipdub contando cosas de la Dieta Mediterránea y envíalo antes del 15 de noviembre.

Habitualmente en nuestros proyectos tenemos bastante control sobre el número de participantes, porque manejamos a los Centros Educativos por áreas, generalmente por Comunidades Autónomas, lo que te simplifica la tarea de control y seguimiento. Sin embargo, en este caso la dificultad añadida era que podía participar cualquier colegio de España y eso no puedes controlarlo con un envío de email o con una llamada. Además, este concurso exigía bastante trabajo por parte del grupo porque no era el típico concurso de dibujo, o de escribir una redacción un solo niño. Tenían que ponerse de acuerdo una clase, que hubiera un profesor impulsándolo y luego preparar el trabajo.


Y de todos solo 5 finalistas: los vídeos que más "me gusta" recibieron. Veréis que hay vídeos con casi 10.000 visualizaciones. Una barbaridad para ser vídeos escolares.

Los ganadores iban a recibir una experiencia relacionada con la Dieta Mediterránea y un cheque para material y actividades escolares para el Centro Educativo. Para incentivar la participación, habíamos pedido a Mateo Sierra, finalista de la segunda edición de Masterchef, que se prestase a ser el premio, y que los niños pudieran conocerle en persona, y ver cómo hacía una receta de primera mano. El jueves pasado supimos quién era el ganador: El CEIP Santa Lucía de Frailes (Jaén), por lo que el lunes día 30 de noviembre nos fuimos al entrega del premio hasta allí desde Zaragoza y desde Cáceres (que es donde está trabajando ahora Mateo).

Llegamos a Frailes a las 10.00 de la mañana y desde el momento en que entramos ya sentíamos que iba a ser un día especial. La expectación era máxima y nos esperaba el Alcalde, el director del Centro Educativo, los padres de los niños y lo más importantes: las profesoras y los alumnos ganadores. Estábamos emocionados, casi tanto como ellos. Habían ganado en un concurso a nivel nacional gracias a que se habían movilizado para que toda la comarca supiera que estaban compitiendo. 

Después de las presentaciones iniciales descubrimos al Mateo más cercano respondiendo a preguntas de todo tipo de los alumnos. Desde "¿qué es lo más raro que has cocinado?" hasta "¿cómo te llevabas con el jurado?". Nos enseñó un poco de su cocina y hasta nos dio la receta de su famoso "Pollo a la chilindrón".

Luego nos dimos un "baño de masas" en el colegio donde nos esperaban todos los niños para conocer, fotografiarse y pedirle autógrafos a Mateo. Fue muy divertido porque la cosa se descontroló y empezaron a pedirnos autógramos a todo el mundo.
Una de las cosas que más nos llamaron la atención fue conocer de cerca a Mateo Sierra. Un joven cocinero (22 años), sencillo, ambicioso y con ganas de llegar lejos en lo que se ha convertido su pasión y trabajo. Tuvimos ocasión de charlar largo y tendido, y si algo nos llamó la atención fue su incapacidad para decir "no". Cualquier reto que se plantea le apetece, cualquier petición de foto que le hacen le parece bien, siempre tiene una sonrisa y siempre lleva su sonrisa puesta. Esperamos que podamos volver a trabajar muy pronto juntos.  

Mención aparte merece la gente de Frailes. En el colegio estaba todo super organizado para que estuviéramos cómodos y pudiéramos cumplir el horario. La profesora llevaba la escaleta del acto con una naturalidad y destreza que muchos organizadores de galas de premios o congresos querrían. Los alumnos dentro de la emoción que tenían un día tan especial estuvieron siempre correctos y amables en sus demandas y facilitando el trabajo de todos los que estábamos allí. Y por supuesto, el vídeo que hicieron y con el que ganaron, es una pasada. Os lo dejamos para que lo disfrutéis si todavía no lo habéis hecho. Más de 10.000 visualizaciones para un vídeo de un colegio de una población de no más de 2000 habitantes. Si esto no es emocionante y no merece la pena... Para nosotros fueron los mejores 1400 kilómetros que hemos hecho este año. 


Os dejamos algunas fotos del día: